El sueño y el apego

El sueño y el apego

El apego seguro es cuando los niños muestran cierta angustia el momento que su cuidador se va, pero pronto se calman porque saben que regresará. Los niños con apego seguro se sienten protegidos por sus cuidadores y saben que pueden confiar en que ellos van a regresar. Estudios indican que los niños con apego seguro tienen menos problemas de salud mental y tienen mejores habilidades sociales. Incluso puede influir la forma en la que te relacionas con otros de adulto.

Los defensores del colecho afirman que esta practica es importante para afianzar el apego seguro. Argumentan que los bebés necesitan de sus padres en las noches para dormir y sentirse amados y seguros. Alegan que los estudios científicos indican que los bebés secretan cortisol cuando se encuentran solos y que esto puede tener efectos negativos para el cerebro y el desarrollo emocional de los niños.

 

Esto no tiene sustento científico. De hecho, este es un campo que es de interés relevante y que ha ganado interés en ser estudiado con mayor amplitud. Durante el último año se presentó un estudio que ha llamado mucho la atención al analizar la relación del colecho en edades tempranas con problemas de comportamiento en preadolescentes. La conclusión fue que el colecho en edades tempranas está asociado con un mayor riesgo en múltiples problemas de comportamiento en preadolescentes incluyendo ansiedad, depresión, problemas atencionales e incluso afectivos. Los investigadores señalaron al término del estudio que el evitar el colecho durante la primera infancia puede ayudar a reducir problemas de comportamiento posteriores. (EARLY CHILDHOOD CO-SLEEPING IS ASSOCIATED WITH PREADOLESCENT BEHAVIORAL PROBLEMS: A COHORT STUDY Chen Z1 , Liu X2 , Liu J1 1 University of Pennsylvania School of Nursing and Medicine, Philadelphia, PA, 2 Kelin Health Research, Montgomery, NJ). Hay que estar atentos y ver que nos siguen mostrando nuevos estudios relevantes a esta practica.

 

Por otro lado, estudios científicos que han indagado en los resultados de entrenar a los bebés para que duerman solos no han encontrado ningún efecto negativo sobre el cerebro ni su desarrollo emocional o psicológico de los niños, incluso han concluido que las técnicas que se utilizan son efectivas y seguras y no se ha encontrado evidencia de que los bebés criados con colecho tienen un apego seguro de adultos a diferencia de los que duermen solos. (“Five-Year Follow-up of Harms and Benefits of Behavioral Infant Sleep Intervention: Randomized Trial,” in the October 2012 Pediatrics)

 

El gran temor que tiene los padres al enfrentar un entrenamiento de sueño es el llanto del bebé. El llanto es la manera en que expresan su descontento, de eso no hay duda. Puede ser producto de un pañal sucio, malestar o simplemente porque quieren algo que no tienen en ese momento en particular, los bebés lloran para expresar que quieren algo. Aquí evito el mencionar que lloran para expresar una “necesidad” porque siendo honestos no todo por lo que un bebé llora es un requerimiento, por ejemplo mi hija lloraba esta mañana porque le dije que no le podía dar más huevo, mientras lo hacia su plato estaba aún lleno de huevo revuelto que no había probado.

 

Sin embargo hay que ser francos sobre el tema y hacer una distinción entre lo que es un entrenamiento vs lo que es acostar a un bebé despierto, cerrar la puerta y no atender a su llamado hasta el día siguiente. Un entrenamiento de sueño no sólo se concentra en el momento de acostar a un bebé, empieza por hacerse un análisis de su propia necesidad, establece una adecuada distribución de sueño diurno, recomienda rutinas que promuevan el que el cerebro pueda anticipar la hora de dormir, establece una hora adecuada para ir a dormir donde el organismo espere que esto suceda, además de revisar también la ingesta calórica del bebé durante el día, su nivel de actividad, entre otras cosas. Un entrenamiento no quiere decir que tengamos que dejar al bebé llorando sin intervención hasta que se duerma, sin embargo si requiere de esperar al menos un par de minutos antes de intervenir para poder dar la oportunidad al bebé de empezar a desarrollar su propia estrategia para conciliar el sueño que va muy ligado al desarrollo de la auto-calma. Al final del día, el sueño se construye en base a hábitos y si un bebé ha estado expuesto a un hábito que está interfiriendo con su necesidad de descanso el proceso involucra un cambio y como a cualquier ser humano, cuando se debe enfrentar a esta situación lo natural es el querer rechazarlo. Finalmente, el sueño es una habilidad que se desarrolla tal cual como lo es aprender a caminar, montar en bicicleta o tocar un instrumento musical, requiere de práctica y de tiempo y para ello debemos dar paso al proceso para que este suceda y una vez que se da el sueño es algo que viene con facilidad y naturalidad.

 

Según Ana “Es un proceso que puede ser angustiante para los padres ya que los bebés pueden protestar o llorar, sin embargo brinda una oportunidad para que los niños aprendan auto-calma. La auto-calma es un proceso en el cual los bebés encuentran la forma de calmarse por sí solos y generan asociaciones de sueño saludables. Por ejemplo mi bebe se frota el mismo la cabeza y mece su cuerpo poniéndose de lado para dormir. De adultos hacemos cosas similares para conciliar el sueño. Yo por ejemplo si me despierto durante la noche le doy la vuelta a la almohada porque me gusta sentir la almohada fría para poder volver a dormir.Entrenar a tu bebé para que duerma solo no causa problemas de apego. Al contrario le enseñas a ser independiente. Fuera del ámbito del sueño la auto-calma es una herramienta poderosa en la vida en general. Ya que te da la capacidad para tranquilizarte a ti mismo, sin la ayuda de nadie, cuando estas mal anímicamente. Esto es una destreza importante para crear independencia emocional.”

 

Por mi parte, como consultora certificada en sueño infantil concluyo recordando que el sueño es una necesidad vital para el ser humano. Como padres buscamos siempre lo mejor para nuestros hijos, creo que ninguno en nuestro sano juicio optaría por criar a un niño en una dieta basada solo en caramelos porque todos sabemos que no sería sano y que no estaríamos inculcando un buen hábito alimenticio, esos hábitos acompañarían al niño durante su infancia y muy probablemente por el resto de su vida. Con esto quiero decir que cuando una persona lleva una dieta poco saludable, está malnutrido y su organismo sufre las consecuencias. De la misma manera, cuando llevamos malos hábitos de sueño nuestro cerebro esta malnutrido, la falta de sueño nos priva de la energía necesaria para estar felices y bien equilibrados.

 

Este artículo fue escrito en colaboración con Ana F Trueba-PHD Psicóloga. Neurocientífica y Profesora de la USFQ. Entrenada en SMU y Harvard Medical School. Mamá detrás de la cuenta Mindfulmom.ec.

 

Espero que les haya gustado tanto como a nosotras!

Que duerman bien,

Emilia

Autor

Emilia Ponce

Fecha

20 Noviembre 2019

Tags

Sueño