Como crear un santuario para el sueño de tu hijo.
Una de las maneras más sencillas de ayudar a tu hijo a dormir por la noche es creando el ambiente apropiado, dándole un espacio tranquilo y confortable, donde estará más propenso a conciliar el sueño. El objetivo es que cuando esté en su cuarto, pueda hacer la conexión de que este es un lugar donde el sueño se concilia de manera natural, sin importar la edad que tenga. A continuación, les dejo unos tips para lograrlo.
1.- Asegúrate de mantener el cuarto sencillo
Apenas nos enteramos de que viene un nuevo integrante en camino, nos ilusionamos con decorar su habitación. Vemos todas las tendencias en Pinterest, revistas y demás. Empezamos a buscar las piezas perfectas para poder crear un dormitorio de ensueño y en el proceso terminamos cometiendo el error de hacer el cuarto tan divertido que se convierte en una atmósfera de entretenimiento más que de calma. Y lo entiendo, es una tentación enorme el querer decorar las paredes con hermosos animales, encontrar el móvil perfecto para colocarlo sobre la cuna, colocar en las estanterías los peluches con los que jugará cuando sea más grande. ¡Al final el resultado es increíble, es un cuarto de revista! Pero cuando se trata de bebés y habitaciones, menos, es más. Hay que recordar que para ellos todo es nuevo, y a la hora de dormir queremos evitar que continúe estimulándose para que pueda conciliar el sueño con facilidad. Si no logramos resistir la tentación y ya tenemos el cuarto decorado, al menos mantengamos la cuna muy sencilla, retiremos el móvil, cobijas extra, peluches, almohadas, bumpers, etc… Asegurémonos que esté completamente libre y despejada, de esta manera no sólo será un lugar más relajante, sino que también será un ambiente mucho más seguro para el bebé.
2.- Mientras más obscuro, mejor.
Como padres tendemos a pensar, por nuestra propia experiencia, que a los bebés no les gusta la obscuridad. Sin embargo, la mayoría muestran ser más propensos al sueño mientras más obscuro está. La razón es que los bebés son muy susceptibles a los cambios en los niveles de luz, una de las razones más comunes del porque se levantan tan temprano es que incluso los primeros rayos de luz al amanecer pueden ser suficientes para despertarlos. Además, hay que recordar que la producción de melatonina, la cual nos ayuda a conciliar el sueño y mantenernos dormidos, está regulada por la exposición a la luz y se libera cuando estamos a obscuras. Por ende, mientras más obscuro esté el cuarto dormirá mucho mejor.
3.- Que no haya un silencio total
Queremos que mientras duerme haya silencio, tranquilidad, pero tampoco tanto que nos limite casi a solo respirar. Siempre es posible caminar en puntillas, hablar bajito o prender la televisión al mínimo de volumen para que no se despierte el bebé, pero también hay la posibilidad de que alguien toque el timbre, el vecino saque a pasear al perro que ladra a todo el vecindario, nos suene el teléfono o se caiga un plato en la cocina, hay cosas que no podremos evitar. Para ello es mejor acostumbrarlo desde pequeño a que haya un poco de sonidos alrededor o utilizar ruidos blancos mientras duerme.
4.-Mantén una buena temperatura
Siempre que enfrentamos problemas de sueño, nos gusta a pensar que es a causa del frío, y lo digo por mi propia experiencia y porque es algo que aparece con mucha frecuencia en mis consultas, y por esto tendemos a sobre abrigar a los bebés. Para poder tener un parámetro de referencia, la mayoría de expertos en el tema recomiendan que la temperatura del cuarto este entre los 20-22 Celsius. Si estamos en ese rango, no hace falta arropar demasiado al bebé, basta poner encima de su pijama un saco de dormir y con eso estará seguro y a una temperatura adecuada.
5.- Mantén un ambiente tranquilo
Un poco antes de empezar la rutina de sueño, el cuarto de tu hijo debe transmitir mucha tranquilidad. Durante el día está bien que sea un lugar de relajo, juego, ruido y emociones, pero el momento antes de prepararnos para hacer la transición al sueño, todo lo que pase en esa habitación debe ser muy calmado y relajante. De esa manera nos aseguramos de que el bebé no este sobre estimulado y demasiado exaltado justo antes de la hora de acostarlo y al mismo tiempo vamos entrando en el ánimo de la noche, haciéndole saber que el día y la diversión han llegado a su fin. En estos momentos no hay nada mejor que acurrucarlos, mimarlos, cantar una canción o leer un cuento y conforme van creciendo es una actividad que disfrutan mucho.
Crear el ambiente apropiado es un gran paso para lograr una noche de sueño saludable, pero si tu hijo se despierta por la noche y necesita de tu ayuda para volver a dormir, lo más probable es que haya que trabajar algunas cosas adicionales, si es así no duden en contactarme.
Dulces sueños,
Emilia