¿Sufres de la maldición de la siesta corta?

¿Sufres de la maldición de la siesta corta?

Veamos si esta escena te resulta familiar…

Tu bebé se despierta en la mañana después tener una muy buena noche de sueño. Le das de comer, cambias su pañal y su ropa, juegan, lo llevas a pasear afuera, luego lo meces durante un rato y lo pones delicadamente a dormir en su cuna para que tome su siesta. Es un momento maravilloso donde tienes tiempo para ti, para bañarte, tomar un café caliente, arreglar la casa, entre tantas cosas más.

Después de 30 minutos, tu bebé se levanta irritado, no tuviste posibilidad de hacer mucho y a pesar de tus súplicas y negociaciones, se niega a volver a dormir.

Después de media hora tratando de ponerlo nuevamente a dormir, finalmente cedes esperando a que se sienta mas cansado para la siesta de la tarde. Sin embargo, te encuentras luchando con el mismo escenario que tuviste en la mañana. Tu bebé ahora esta irritable y permanecerá así durante todo el día.

El sueño es como la comida, es uno de esos elementos esenciales donde el bebé tiene la última palabra acerca de hacerlo o no. No tiene sentido tratar de forzarlo, si no van a dormir, dejarlos en el dormitorio esperando a que lo hagan, no solucionará nada.

 

Aquí está la clave del porqué esto sucede, y como solucionarlo.

Tanto nosotros como los bebés dormimos en ciclos. Empezamos con un sueño ligero donde es muy fácil que podamos despertarnos y gradualmente empezamos a entrar a una fase de sueño más profundo donde incluso los ruidos mas fuertes empiezan a pasar desapercibidos. En esta fase es en donde descansamos, y nuestro cerebro y cuerpo hacen todo el trabajo para dejarnos recargados y con la suficiente energía para volver a empezar.

Una vez que hemos llegado a la fase de sueño profundo, gradualmente volvemos hacia la etapa de sueño ligero y normalmente nos despertamos por unos pocos segundos y luego nos volvemos a dormir otra vez, re iniciando el ciclo.
Para los adultos, normalmente estos ciclos duran alrededor de una hora y media. En bebés estos ciclos pueden llegar a durar incluso tan solo 30 minutos.

El hecho que tu bebé se despierte después de tan sólo 30 minutos es completamente natural. De hecho, si no se despertara de manera regular, tendrías una razón para preocuparte.

Sin embargo, si estás pensando en: “tengo amigos cuyos bebés logran dormirse durante dos o tres horas seguidas.” Bueno, es parcialmente verdad. Pero en realidad lo que sucede es que tu bebé pasa por varios ciclos de sueño de manera seguida. La única diferencia entre tu bebé y el bebé de tus amigos es…

¿A ver si adivinan?

¡Sus bebés han aprendido a volver a dormirse por si mismos, de manera independiente! Es decir, tienen su propia estrategia para conciliar el sueño.

Ese es el gran secreto. Una vez que tu bebé logra dormirse por sí mismo, dentro de poco logrará dominar sus ciclos de sueño como un campeón. Esto hará muy feliz a tu bebé y viéndolo por el lado positivo, tendrás también una o dos horas para dedicar un tiempo para ti misma.

Como mamás, un tiempo para nosotras o para hacer lo que nos gusta, es difícil de encontrar, ¡contar con dos horas diarias para ti es realmente algo que vale la pena trabajar para conseguir!

Volvamos nuevamente a la escena del principio, donde te encontrabas lista para ponerlo a dormir su siesta, meciéndole de manera delicada y poniéndolo en su cuna.

Paremos ahí. Justamente aquí es donde necesitas realizar algunos cambios. Porque justo en esta parte es donde como consultora profesional del sueño me refiero a las muletillas.

Las asociaciones o muletillas para dormir son básicamente cualquier cosa que se utiliza para facilitar la transición entre estar despierto y estar dormido. El ejemplo más común es el chupón, pero existen muchos mas como alimentarlo, mecerlo, cantarle, pasearle y un largo etc…
Pongan mucha atención, NO estoy diciendo que no se debe mecer a un bebé, o dejar de cantarle, abrazarle o darle todo el amor del mundo. Eso es algo que debemos hacer para criar niños sanos y seguros.

Simplemente no lo hagas con el objetivo de ponerlo dormir.

Cuando se trata de la hora de dormir, sin importar la hora del día, acuesta a tu bebé en su cuna. Mientras esta todavía despierto, deja que desarrolle la habilidad de dormirse.

Posiblemente tu bebé protestará un poco, es normal puesto que es algo nuevo para él. Por si te lo estás preguntando, para la mayoría de mis clientes, los resultados empiezan a aparecer dentro de dos o tres días.

Piénsalo. Después de pocos días de realizar ciertos cambios, tu bebé y tú podrán disfrutar de los extraordinarios beneficios que brindan un sueño adecuado. Tu bebé estará más feliz, saludable y energético y los dos podrán disfrutar mucho más de sus tiempos juntos y tu como mamá podrás tener este tiempo para ti que tanto anhelas.

¿Cómo lograrlo?

Aquí hay algunos tips para extender la duración de la siesta de tu bebé:

Mantén el dormitorio lo más oscuro posible. Puedes colocar cortinas blackout si sientes que entra mucha luz. Si no tienes blackouts, una gran manera de evitar la luz es tapando las ventanas con fundas de basura. Tal vez no se vea bonito, pero es muy eficiente y es algo que todos tenemos a la mano.

El ruido blanco es muy útil si tu bebé tiende a despertarse muy fácilmente. Al introducir ruido blanco asegúrate que no se encuentre muy cerca de sus oídos y que el volumen sea adecuado. Lo recomendable es que no pase de 50dB.
Dale la oportunidad de empezar ha hacer el cambio, como todo lo que logra tu bebé, este es un aprendizaje que requiere tiempo y práctica.

Si después de poner en práctica estas recomendaciones encuentras que estos tips son difíciles de aplicarlos, puedes contactarme y juntos analizar tu caso y la mejor alternativa para trabajar juntos y lograr este cambio.

Good night, sleep tight.
Emilia

Autor

Emilia Ponce

Fecha

23 Abril 2020

Tags

Sueño